No hay nada mƔs dulce y cariƱoso que un caballo reciƩn nacido.
La planificaciĆ³n detallada y las buenas prĆ”cticas de gestiĆ³n en un programa de crĆa de caballos normalmente dan como resultado un potro saludable.
Un potro reciĆ©n nacido saludable es fuerte, receptivo y muy activo. Se debe tener en cuenta una serie de cosas cuando observa al reciĆ©n nacido desde la distancia, incluida la actitud del potro, la voluntad de amamantar, la conciencia del entorno, la relaciĆ³n con la yegua, la capacidad de moverse y el patrĆ³n respiratorio. Todos hemos oĆdo que el potro es uno de los reciĆ©n nacidos mĆ”s precoces del reino animal. De hecho, el potro reciĆ©n nacido es muy activo poco despuĆ©s del nacimiento y puede seguir el ritmo de su madre.
Dentro de las primeras dos horas, un potro comienza a respirar (en segundos), levanta la cabeza (en 5 minutos), intenta levantarse (en 10 minutos), se pone de pie (en 55 minutos), vocaliza (en 45 minutos), defeca meconio, las primeras heces,
(dentro de los 30 minutos), amamanta por primera vez (dentro de una hora), camina-corre por primera vez (dentro de los 90 minutos) y toma su primera siesta (dentro de las dos horas).
Es bueno recordar la āREGLA 1-2-3ā del potro reciĆ©n nacido:
Un potro sano debe ponerse de pie en 1 hora.
Debe comenzar a amamantar dentro de las 2 horas.
Debe expulsar el meconio dentro de las 3 horas posteriores al nacimiento.
Si estamos presentes durante el nacimiento del potro, el primer paso despuƩs del parto es asegurarse de que el potro estƩ respirando. Si el potro estƔ respirando, el trabajo estƔ completo y debemos abandonar el Ɣrea de parto y observar a la yegua y al potro desde la distancia. Esto permite que la yegua y el potro pasen tiempo a solas para recuperarse del parto y vincularse socialmente.
Un potro normal y saludable levanta la cabeza y el cuello y rueda sobre su pecho unos segundos despuĆ©s del parto. Luego, el potro comienza a hacer movimientos reptantes alejĆ”ndose de su madre. Si la yegua aĆŗn no se ha levantado, los movimientos del potro suelen romper el cordĆ³n umbilical. Hay que esperar a que la yegua o el potro rompan el cordĆ³n umbilical. Nunca cortar el cordĆ³n umbilical inmediatamente despuĆ©s del nacimiento, porque el potro recibe sangre de la placenta despuĆ©s del nacimiento. Cortar el cordĆ³n antes de esta transferencia de sangre puede provocar problemas circulatorios en el potro.
Una vez que se rompe el cordĆ³n umbilical, el muĆ±Ć³n es aconsejable lavarlo en una soluciĆ³n de yodo suave. El yodo seca el muĆ±Ć³n umbilical y evita que las bacterias suban por el muĆ±Ć³n y entren en el cuerpo del potro. Las bacterias que ingresan al potro a travĆ©s del muĆ±Ć³n umbilical causan una infecciĆ³n sistĆ©mica, grave enfermedad o incluso la muerte del potro.
Debemos examinar el muĆ±Ć³n umbilical durante varios dĆas despuĆ©s del nacimiento para asegurarse de que permanezca seco. Si gotea orina del muĆ±Ć³n indica que el paso de la orina fetal desde la vejiga hasta el ombligo (el uraco) no se ha cerrado. Normalmente, el uraco se cierra al nacer. Si no se cierra, lo que se llama, āuraco persistenteā, el potro debe ser tratado por un veterinario.
Como comentƔbamos antes, por lo general, los potros se levantan dentro de 1 hora despuƩs del nacimiento. Durante los primeros intentos de ponerse de pie, el potro se tambalea y mueve constantemente la cabeza, el cuello y las patas en un intento por mantener el equilibrio. Esta inestabilidad es normal y hay que dejar que el potro se mantenga en pie solo, sin intentar ayudarlo.
Cuando se pone de pie, el potro debe comenzar a intentar mamar. El potro instintivamente busca la ubre en la uniĆ³n de las patas de la yegua (tanto delanteras como traseras) y el cuerpo. El proceso de exploraciĆ³n involucrado en la bĆŗsqueda de la ubre es normal y, nuevamente, debemos resistir el deseo de āayudarā al potro. La interferencia humana durante los intentos iniciales de amamantar en realidad puede retrasar el progreso del potro para encontrar la ubre e interfiere con el vĆnculo entre la yegua y el potro. Sin embargo, si el potro no ha amamantado 2 horas despuĆ©s del nacimiento o si la yegua rechaza agresivamente los intentos del potro por amamantar, entonces es hora de intervenir.
Es importante que el potro reciba el calostro poco despuĆ©s del nacimiento porque contiene los anticuerpos necesarios para la protecciĆ³n contra enfermedades durante los primeros meses de vida del potro. Estos anticuerpos pueden ser absorbidos por el tracto intestinal del potro hasta 36 horas despuĆ©s del nacimiento, pero la capacidad de absorciĆ³n comienza a disminuir drĆ”sticamente a las 12 horas despuĆ©s del nacimiento. Por eso es importante que el potro reciba el calostro antes de que pase este tiempo. El calostro de buena calidad debe ser cremoso, amarillo y pegajoso. Si ocurre una transferencia pasiva de inmunidad inadecuada, el potro debe recibir calostro suplementario tan pronto como sea posible.
El calostro tiene un efecto laxante sobre el potro, lo que le ayuda a expulsar los excrementos fetales (meconio). La mayorĆa de los potros eliminan el meconio dentro de las 3 horas posteriores al nacimiento. Si no se elimina el meconio, el potro puede estreƱirse. Un potro estreƱido frecuentemente deja de moverse, se pone en cuclillas y levanta la cola tratando de defecar. El estreƱimiento se puede aliviar fĆ”cilmente dĆ”ndole al potro un enema de agua jabonosa tibia (1 o 2 tazas) o un enema de aceite mineral humano.
La diarrea en el potro reciĆ©n nacido no es comĆŗn y puede indicar una enfermedad grave en el potro. Un tipo de diarrea en chorro puede provocar la deshidrataciĆ³n y la muerte de un potro reciĆ©n nacido en unas pocas horas. Consultaremos inmediatamente al veterinario si un potro reciĆ©n nacido desarrolla diarrea. Sin embargo, la diarrea leve es comĆŗn en los potros mayores (de 1 a 2 semanas de edad). Esta diarrea a menudo ocurre durante el celo del potro de la yegua (un celo fĆ©rtil que comienza aproximadamente de 7 a 9 dĆas despuĆ©s del parto) y se denomina comĆŗnmente "diarrea del celo".
Muchos potros tienen debilidades en las extremidades o deformidades angulares al nacer. Estos incluyen nudillos en la articulaciĆ³n del menudillo, cuartillas dĆ©biles en las que la parte posterior del menudillo toca el suelo, rodillas golpeadas y piernas torcidas. Muchas de estas condiciones se corrigen solas con ejercicio, pero el veterinario puede evaluar la situaciĆ³n y recomendar un tratamiento.
Algunos potros pueden nacer con hernias (defectos en la pared del cuerpo que permiten que parte de los intestinos sobresalgan debajo de la piel). A menudo se corrigen solas con el tiempo. Nuevamente, esta es una situaciĆ³n que el veterinario debe evaluar y tratar.
El entropiĆ³n es un problema que a veces se observa en los potros reciĆ©n nacidos, donde el pĆ”rpado inferior se enrolla hacia adentro, hacia el globo ocular. El problema resulta de los efectos irritantes o abrasivos de las pestaƱas en contacto con la cĆ³rnea, en sĆ mismo suele ser temporal y no es difĆcil de corregir en los caballos. La correcciĆ³n de la inversiĆ³n del pĆ”rpado afectado se suele solucionar con algo tan simple como girar manualmente el pĆ”rpado a su posiciĆ³n normal, sino, debemos avisar al veterinario.
Los tres problemas mĆ”s comunes del potro reciĆ©n nacido son la falta de transferencia pasiva de la inmunidad materna (normalmente por falta de calostro), la sepsis neonatal (infecciĆ³n bacteriana generalizada) y la asfixia prolongada durante el parto.
SeƱales de problemas pueden ser, no amamantar con frecuencia (asegurĆ©monos de revisar la ubre), salivar en exceso, rechinar los dientes o mostrar signos de distensiĆ³n abdominal y dolor (como levantarse y acostarse, rodar sobre la espalda). Otros signos pueden ser esfuerzo para defecar y orinar, anomalĆas en las extremidades como deformidades angulares o de flexiĆ³n de las extremidades y cojera.
El chequeo del bienestar del potro reciƩn nacido y un control posterior al parto de la yegua son muy importantes.
Varias prĆ”cticas simples de manejo posterior al parto ayudarĆ”n a garantizar la salud de la yegua y el potro. A continuaciĆ³n proponemos una lista de verificaciĆ³n:
Asegurarse de que el potro esta respirando.
Poner yodo en el muĆ±Ć³n umbilical del potro.
Asegurarse de que el potro recibe calostro poco despuƩs del nacimiento.
Asegurarse de que el potro estƩ protegido contra el tƩtanos, ya sea a travƩs del calostro o mediante una vacuna de antitoxina tetƔnica.
Asegurarse de que el potro elimina el meconio y tratar el estreƱimiento o la diarrea de inmediato.
Revisar el muĆ±Ć³n umbilical durante varios dĆas para detectar la presencia de orina.
Verificar que los pƔrpados y las pestaƱas del potro estƩn hacia afuera.
Seguir los consejos del veterinario acerca de hernias y deformidades de las extremidades.
Asegurarse de que la yegua expulse la placenta y que estƩ completa.
Revisar a la yegua durante varios dĆas despuĆ©s del parto para detectar cualquier signo de infecciĆ³n del tracto reproductivo.
Para los que no estĆ”n familiarizados con la crianza de potros, esta lista de verificaciĆ³n posterior al parto puede parecer una gran cantidad de trabajo. Sin embargo, solo lleva unos minutos realizar estos procedimientos de manejo, y luego poder relajarse y disfrutar del nuevo potro sabiendo que hemos hecho todo lo posible para garantizar su bienestar.
Un potro reciĆ©n nacido es una criatura muy delicada, con necesidades muy singulares. Los caballos son presas, en la naturaleza, necesitan hacer una gran transiciĆ³n entre estar en el Ćŗtero y poder huir de los depredadores.
Si algĆŗn estrĆ©s o patologĆa interrumpe esta transiciĆ³n, pueden ocurrir problemas, lo que a veces hace que los sistemas del cuerpo regresen a su estado fetal. Es muy importante saber lo que hace normalmente un reciĆ©n nacido y ser proactivo cuando veamos algo anormal.
Lo mejor que podemos hacer con un potro nuevo es prestar mucha atenciĆ³n, vigilar cambios en la rutina y el comportamiento normal del potro. No esperemos para ver si un potro mejora por su cuenta. Los potros jĆ³venes son frĆ”giles y pueden ir cuesta abajo rĆ”pidamente. Si el potro tiene fiebre, se muestra aburrido o letĆ”rgico y/o pierde interĆ©s en amamantar, debemos buscar atenciĆ³n veterinaria.
Durante esta etapa de la vida, lo mĆ”s importante es apoyar a la madre. Los potros amamantarĆ”n, asĆ que nos aseguraremos de que la madre tenga una dieta saludable. Durante la lactancia, necesitarĆ” alimentos y agua adicionales. Normalmente, los potros amamantan aproximadamente 30 veces al dĆa. El requerimiento nutricional del potro se satisface Ćŗnicamente con la leche de la yegua durante los primeros meses.
Por lo general, un potro mostrarĆ” interĆ©s en el alimento despuĆ©s de aproximadamente dos semanas. No dependerĆ”n del pienso como fuente de alimento, pero comenzarĆ”n la transiciĆ³n a los alimentos sĆ³lidos. Por lo tanto, es bueno tener disponible forraje de alta calidad para probar. Durante esta transiciĆ³n, los potros pueden experimentar heces blandas porque aĆŗn estĆ”n desarrollando sus enzimas digestivas.
Si se les da acceso a grano o pienso, la mayorĆa consumirĆ” cantidades sustanciales a los dos o tres meses de edad. La mayorĆa de los potros comerĆ”n fĆ”cilmente del comedero de la madre. A esta edad, las necesidades nutricionales del potro superan lo que estĆ” disponible en la leche de su madre. AdemĆ”s del beneficio de la nutriciĆ³n adicional mientras aĆŗn estĆ”n amamantando, los potros acostumbrados a comer pienso, continuarĆ”n durante el proceso de destete y estarĆ”n menos estresados.
Las yeguas preƱadas deben estar al dĆa con sus vacunas contra la gripe y el tĆ©tanos, e idealmente deben recibir un refuerzo un mes antes del parto. Esto asegurarĆ” que haya un alto nĆŗmero de anticuerpos contra estas enfermedades en el calostro producido por la yegua durante las primeras 24 horas despuĆ©s del parto (que serĆ”n absorbidos en el intestino del potro durante este tiempo). Estos anticuerpos de la yegua brindarĆ”n protecciĆ³n durante los primeros 5 meses de vida. DespuĆ©s de esto, el potro deberĆ” comenzar su propio ciclo primario de vacunaciĆ³n.
Los potros son especialmente susceptibles a los gusanos debido a su sistema inmunolĆ³gico inmaduro. Al igual que con las vacunas, el control de parĆ”sitos debe comenzar con la yegua de crĆa, que idealmente debe ser desparasitada un mes antes del parto.
El control de gusanos no consiste solo en regĆmenes regulares de desparasitaciĆ³n. Las prĆ”cticas de gestiĆ³n cuidadosas pueden reducir enormemente el riesgo de tener problemas, como tener a los potros en pastos 'descansados' (tierra que no ha tenido ningĆŗn otro caballo durante un perĆodo de tiempo), mantener la densidad de caballos baja, recolecciĆ³n regular del estiĆ©rcol, etc.
Si nos aseguramos de que el potro respire, se levante y amamante el calostro y tenga el programa de salud y nutriciĆ³n adecuado en su etapa temprana de la vida, las posibilidades de destetar a un potro sano y activo aumentan drĆ”sticamente.
En general, las yeguas tienen excelentes habilidades maternales y comienzan a interactuar con su potro relinchando muy pronto despuƩs del nacimiento, incluso antes de que el potro haya sido expulsado por completo.
El reconocimiento materno del potro reciĆ©n nacido, la creaciĆ³n de vinculo, normalmente comienza inmediatamente despuĆ©s del parto y toma hasta dos o tres dĆas. Es normal que la yegua despuĆ©s del parto proteja a su potro y se mantenga entre el bebĆ© y cualquier amenaza percibida, incluidas las personas y otros caballos con los que la yegua estĆ” familiarizada.
La yegua puede actuar agresivamente durante uno o dos dĆas. Incluso una yegua que normalmente tiene "buenos modales" hacia las personas puede actuar de forma agresiva. El confinamiento a menudo agrava este comportamiento. Esto se puede evitar fĆ”cilmente si la pareja se mantiene en un espacio grande.
Otra cosa importante a recordar es que la ābajada de la lecheā produce una molestia transitoria a la que la yegua puede reaccionar. Una vez que la yegua se ha relajado, y con mamadas repetitivas, esta respuesta desaparece.
El comportamiento maternal inadecuado es poco comĆŗn, ocurre especialmente en madres primerizas y, a menudo, se manifiesta poco despuĆ©s del nacimiento.
Los comportamientos maternos anormales mƔs comunes son:
Ausencia de vĆnculos y la falta de comportamiento protector generalmente se observan cuando la yegua o el potro estĆ”n enfermos o reciben medicaciĆ³n. TambiĆ©n es relativamente comĆŗn si el parto del potro implicĆ³ mucha manipulaciĆ³n, como en partos difĆciles (llamados distocias).
Miedo al potro reciĆ©n nacido ocurre cuando la yegua no reconoce al potro como su propio bebĆ©. En lugar del comportamiento de vinculaciĆ³n normal, la yegua trata de alejarse de su propio potro, como si fuera un intruso. Este comportamiento ocurre mĆ”s comĆŗnmente en madres primerizas y es poco probable que se repita en embarazos posteriores.
La sobreprotecciĆ³n se define como proteger agresivamente al potro, hasta el punto de ser peligroso no solo para las personas que manejan a la yegua sino tambiĆ©n para el potro. Mientras se apresura a ponerse frente a su potro para protegerlo de una amenaza percibida, la yegua puede pisar o aplastar a su propio potro.
La desgana de amamantar es probablemente el problema mĆ”s comĆŗn, y tambiĆ©n debe diferenciarse de los ataques deliberados al potro. Es posible que la incomodidad asociada con la ābajada de la lecheā haga que la yegua reaccione de forma exagerada. Alternativamente, la yegua puede ser reacia a que el potro amamante porque estĆ” āquisquillosaā con su ubre, especialmente si hay edema. Si una yegua es "susceptible", su ubre debe manipularse regularmente antes y durante los siguientes embarazos.
El verdadero rechazo del potro es un comportamiento maternal inadecuado muy grave y, afortunadamente, es el menos comĆŗn. Se desconoce la razĆ³n por la que algunas yeguas realmente rechazan a sus potros. La yegua se vuelve agresiva con su bebĆ© y, a menudo, ataca salvajemente al potro. La yegua puede morder, levantar y tirar al potro, o arrinconarlo y pisotearlo. Una vez que haya confirmado que la yegua realmente estĆ” rechazando y atacando a su potro, deben separarse permanentemente.
Hay algunas cosas que podemos hacer para evitar las interacciones anormales entre la madre y el reciƩn nacido. Siempre asegurarnos de que el potro haya recibido la cantidad adecuada de calostro de buena calidad. Manejar a la yegua durante su embarazo y despuƩs del parto, con cautela pero de manera constante. Evitar demasiado alboroto alrededor de la yegua y su reciƩn nacido, y evitar el confinamiento en un espacio pequeƱo. Es importante dejar suficiente espacio, especialmente a las yeguas extremadamente protectoras. Se debe permitir que la yegua se una al potro sin interferencia. Evitar manipular al potro en exceso, pero tratar de hacerlo un poco y de manera constante.
El manejo adecuado cuando el potro es muy joven nos permitirĆ” ganar confianza y aceptar el contacto humano sin miedo. El potro desarrolla respeto a medida que aprende que no es aceptable invadir nuestro espacio y que podemos controlar sus movimientos. El objetivo es que nos vea como un miembro dominante de la manada, o lĆder, no como su compaƱero de juego. No fomentemos los juegos bruscos como saltar sobre nosotros, tropezar con nosotros o mordernos. Tal actividad puede parecer divertida con un potro de una semana, pero se volverĆ” peligrosa a medida que crezca y se fortalezca.
Debemos acostumbrar a los potros a ser manipulados antes de que tengan que serlo. Algunos potros se lesionarĆ”n y requerirĆ”n manipulaciĆ³n para su cura, vacunaciĆ³n y desparasitaciĆ³n. Acostumbrarlos pronto a la cabezada, a ser manipulados, atados y guiados serĆ” menos estresante. Seamos siempre lo mĆ”s calmados, amables y silenciosos posible alrededor de la yegua y el potro.
Se pone un tremendo esfuerzo en seleccionar una yegua de crĆa, elegir un semental adecuado, lograr el embarazo y mantener este embarazo durante el perĆodo normal de gestaciĆ³n. Por lo tanto, es extremadamente importante brindar el cuidado y la atenciĆ³n adecuados inmediatamente despuĆ©s del nacimiento del potro, asĆ como durante los primeros dĆas de vida del potro.
